¡Y menudo final! El sexto y último capítulo ha superado las expectativas de todos, después de una temporada que no conseguía hacerle sombra a la anterior. Sin embargo, los creadores de la serie lo han vuelto a hacer y nos han mostrado a la familia Shelby como todos esperabamos ver, fuerte y unida para hacerle frente a todos sus enemigos.
Todo enmarcado en un capítulo especialmente luminoso, lejos de las oscuras calles de Birmingham y con una fotografía aún más espectacular de lo que nos tenían acostumbrados. Benditos movimientos de cámara alrededor de Tommy.
El capítulo tiene un comienzo bastante dramático, con Tommy poniendo en orden sus asuntos ante la posibilidad de su muerte. Aunque parece que esta vez no tiene tan claro que saldrá ganando, organiza a su gente y se prepara para llevar a cabo el asesinato del ministro.
El inspector Campbell no olvida sus viejos rencores hacia Tommy y contrata a una banda llamada la Red Right Hand (nombre de la canción del opening) para matar a Tommy. Esta vez tiene claro que no se le escapará.
Por otra parte, Arthur consigue salir de la cárcel gracias a un renovado pacto de Tommy con Solomons. Para conseguirlo hace gala de su ingenio y de la ayuda del que parece ser un nuevo aliado, el novio/amante de Ada. Hasta yo, que ya tengo calado a Tommy, tengo que reconocer que dudé si lo de la granada en los almacenes de Solomons era cierto.
Finalmente, Tommy consigue llevar a cabo su plan y cada miembro de la familia tiene su rol en él. Sus hermanos se ocupan de quemar las licencias de juego de la competencia y Polly, como no podía ser de otra forma, recobra su papel de mujer fuerte y dispara al inspector Campbell. Se está convirtiendo en costumbre que le disparen al final de la temporada, ¿se habrá muerto esta vez? Me da a mí que no…
Tras matar al ministro sin problemas (exceptuando la violación de la pobre Lizzie), Tommy es raptado por los Red Right Hand. Parece que está a punto de morir quedándose jodidamente cerca de tenerlo todo, cuando uno de los hombres de la organización asesina a los otros y le salva la vida. La orden viene desde arriba, del ministro Churchill y condena a Tommy a seguir sirviendo al gobierno británico.
La aparición de Grace ha sido muy breve, aunque con una noticia bomba que ya se veía venir. Está embarazada y, por supuesto, es de Tommy. Para mí, esto ha sido un paso atrás en el personaje, que ha pasado de ser una mujer fuerte a ser la típica esposa rica. Hasta su aspecto ha cambiado para peor, dejando atrás su sencillez y llevando vestidos pomposos con sombrero a juego.
Por eso, aunque May siempre me ha parecido sosa y me ha costado unos cuantos capítulos aprenderme su nombre, creo que ha ganado en ese pequeño cara a cara que han tenido. Y digo esto porque las razones que ella misma ha dado a su favor, me parecen más del estilo de Tommy que las teorías sobre el amor de Grace. A fin de cuentas, Tommy ya tiró una vez la moneda y el pasado, pasado está.
Un diez para los guionistas que han sabido cerrar el capítulo y mantener al mismo tiempo la intriga para la siguiente temporada. No a todo el mundo le sienta bien los cliffhanger sobre si matan o no al protagonista. Yo soy una de ellas.
Lo que está claro es que nos ha dejado con ganas de más y, sobre todo, de saber qué planes tiene Tommy para el negocio y con quién planea casarse, ¿será Grace o será May, la chica de los caballos?
Para saberlo, tendremos que esperar al próximo año. Mientras tanto, nos quedamos con el buen sabor de boca de este último capítulo, que acorta las distancia entre la segunda temporada y su sublime predecesora. Está claro que no se puede abandonar la sala hasta que termine la función y, más aún, cuando la obra se llama Peaky Blinders.
Todo enmarcado en un capítulo especialmente luminoso, lejos de las oscuras calles de Birmingham y con una fotografía aún más espectacular de lo que nos tenían acostumbrados. Benditos movimientos de cámara alrededor de Tommy.
Perfectamente intenso
El capítulo tiene un comienzo bastante dramático, con Tommy poniendo en orden sus asuntos ante la posibilidad de su muerte. Aunque parece que esta vez no tiene tan claro que saldrá ganando, organiza a su gente y se prepara para llevar a cabo el asesinato del ministro.
El inspector Campbell no olvida sus viejos rencores hacia Tommy y contrata a una banda llamada la Red Right Hand (nombre de la canción del opening) para matar a Tommy. Esta vez tiene claro que no se le escapará.
Por otra parte, Arthur consigue salir de la cárcel gracias a un renovado pacto de Tommy con Solomons. Para conseguirlo hace gala de su ingenio y de la ayuda del que parece ser un nuevo aliado, el novio/amante de Ada. Hasta yo, que ya tengo calado a Tommy, tengo que reconocer que dudé si lo de la granada en los almacenes de Solomons era cierto.
Finalmente, Tommy consigue llevar a cabo su plan y cada miembro de la familia tiene su rol en él. Sus hermanos se ocupan de quemar las licencias de juego de la competencia y Polly, como no podía ser de otra forma, recobra su papel de mujer fuerte y dispara al inspector Campbell. Se está convirtiendo en costumbre que le disparen al final de la temporada, ¿se habrá muerto esta vez? Me da a mí que no…
Tras matar al ministro sin problemas (exceptuando la violación de la pobre Lizzie), Tommy es raptado por los Red Right Hand. Parece que está a punto de morir quedándose jodidamente cerca de tenerlo todo, cuando uno de los hombres de la organización asesina a los otros y le salva la vida. La orden viene desde arriba, del ministro Churchill y condena a Tommy a seguir sirviendo al gobierno británico.
Duelo de Gatas
La aparición de Grace ha sido muy breve, aunque con una noticia bomba que ya se veía venir. Está embarazada y, por supuesto, es de Tommy. Para mí, esto ha sido un paso atrás en el personaje, que ha pasado de ser una mujer fuerte a ser la típica esposa rica. Hasta su aspecto ha cambiado para peor, dejando atrás su sencillez y llevando vestidos pomposos con sombrero a juego.
Por eso, aunque May siempre me ha parecido sosa y me ha costado unos cuantos capítulos aprenderme su nombre, creo que ha ganado en ese pequeño cara a cara que han tenido. Y digo esto porque las razones que ella misma ha dado a su favor, me parecen más del estilo de Tommy que las teorías sobre el amor de Grace. A fin de cuentas, Tommy ya tiró una vez la moneda y el pasado, pasado está.
Fundido en negro. ¡¡Que no!! que era broma..
Un diez para los guionistas que han sabido cerrar el capítulo y mantener al mismo tiempo la intriga para la siguiente temporada. No a todo el mundo le sienta bien los cliffhanger sobre si matan o no al protagonista. Yo soy una de ellas.
Lo que está claro es que nos ha dejado con ganas de más y, sobre todo, de saber qué planes tiene Tommy para el negocio y con quién planea casarse, ¿será Grace o será May, la chica de los caballos?
Para saberlo, tendremos que esperar al próximo año. Mientras tanto, nos quedamos con el buen sabor de boca de este último capítulo, que acorta las distancia entre la segunda temporada y su sublime predecesora. Está claro que no se puede abandonar la sala hasta que termine la función y, más aún, cuando la obra se llama Peaky Blinders.
Bravo! justo he acabado de verlo y me ha encantado. Sigue así
Me ha gustado mucho tu review. Con ganas de empezar la tercera temporada ya.