Con un formato de doble episodio, la historia ha supuesto un viaje al pasado y al futuro en la vida de nuestros chicos de instituto favoritos.
2009
Así se titula la primera parte del capítulo, donde vemos a los chicos originales, Rachel, Artie, Tina, Mercedes y Kurt, antes de entrar en el Glee Club. Básicamente trata de lo desgraciados que eran antes de entrar allí, algo que ya sabíamos y que, por lo tanto, no aporta mucho.
Recordamos algunas canciones como el “I Kissed a Girl” de Tina y escuchamos algunas nuevas como el dueto de Rachel y Kurt o el número de Mercedes en su Iglesia.
En definitiva, ha sido un capítulo poco destacable para tratarse de un fin de temporada. Lo mejor, el final, con los chicos originales cantando el Don’t Stop Beleavin’ del capítulo piloto. Más de una lagrimilla se nos ha caído en ese momento a algun@s...
Dreams come true
De vuelta al presente, los chicos de el actual New Directions (sí, esos que apenas conocemos) ganan las nacionales y todo empieza a volverse de color de rosa. Eso sí, no vemos actuaciones ni nada de nada, ganan el campeonato porque sí.
Mr Shuester es nombrado director del instituto Mckinley, que a partir de ahora estará dedicado exclusivamente a las artes e incluso habrá varios coros. Sue parece aceptar su derrota cantando “The winner takes it all” y se dedica a la política, llegando a ser vicepresidenta de Estados Unidos.
Sam deja el equipo de futbol y se encarga a partir de ahora de los New Directions, ya que decide que su vida está en Lima y no en Nueva York como el resto de sus amigos.
Mercedes se convierte en telonera de la nueva gira mundial de Beyonce y se despide de sus amigos cantando. Cinco años más tarde ha logrado su sueño y se ha convertido en una gran estrella.
Tina y Artie no se quedan atrás y triunfan en el cine como actriz y director (además, salen juntos).
Kurt y Blaine también siguen juntos después de cinco años y se ganan la vida actuando en Broadway y luchando por los derechos de los LGBT. En su tiempo libre se dedican a inculcar a los más pequeños valores como el respeto y la amistad. Además, se preparan para ser padres a través de una madre de alquiler, que es ni más ni más ni menos que Rachel.
Después de que ella viniera al mundo de esa forma, nuestra protagonista siente que tiene que devolver el favor y qué mejor que a sus grandes amigos. Además, está casada con Jesse y sigue actuando en Brodway. La cosa le va tan bien que termina ganado un premio Tony y se lo dedica especialmente a Will.
Con este futuro, nos preguntamos, por ejemplo, ¿Para qué su intento de relación con Sam en la última temporada? En fin, no entendemos mucho de la sexta temporada…
Ha sido un final demasiado bonito para una serie cuyos valores promulgan que ganar no es siempre la meta a conseguir, y así nos lo demostraron en las primeras temporadas en las que New Directions se pegó el batacazo en más de una ocasión.
Grandes ausencias
Obviamente, la más notable ha sido la de Finn porque era prácticamente imposible cerrar la serie sin hacerle mención. Rachel le dedica un homenaje cantando la canción “Time”, escrita por el actor que interpreta a Blaine.
Por otra parte, nos ha faltado más Santana, más Brittany, más Quin y más Puck, que solo han hecho su aparición en la actuación final. Ya no son elenco principal de la serie pero, por ejemplo, Santana y Brittany han tenido momentos muy importantes y han estado muy presentes en la sexta temporada. Entonces, ¿qué es lo que ha pasado?
Tampoco tenemos idea de donde se han metido personajes del Glee club que estuvieron presentes en la segunda generación, como Marnie, u otros como Shelby, la madre de Rachel. ¿Qué ha pasado con estos personajes?
En definitiva, no ha sido un final que me haya gustado demasiado pero las expectativas tampoco eran muy buenas. Nos quedamos con el último número donde vemos a gran parte del elenco interpretado “I life”.
Y sobre todo nos quedamos con muchos maravillosos capítulos, con sus personajes entrañables, con la ruptura de los estereotipos, con el apoyo a los más marginados y, cómo no, nos quedamos con todas las canciones durante estos seis años. Glee ha sido una serie única que se ha visto truncada por diversos motivos pero que pasará a la historia como una de las mejores ficciones de los últimos tiempos.
Yo, personalmente, ya tengo las tres primeras temporadas a manos para reverlas siempre que pueda y, desde luego, ‘Glee’ estará siempre en mi lista de series preferidas. ¡Hasta siempre!
"No veas el mundo como es, sino como te gustaría que fuera"
