Tras un capítulo un poco alejado de la trama principal de la serie para homenajear a las personas transexuales (y muy chulo, por cierto) llega esta semana a Glee la gran boda de Brittany y Santana. O bueno, no está muy claro de quién.
Preparativos
Lo primero es el lugar y la encargada de elegirlo es la madre de la rubia, que decide hacerlo en el granero dónde dio a luz. Una historia bastante rarita pero muy graciosa. Sin embargo, a la que no parece gustarle es a Brittany (en realidad no le gusta nada), que lo supervisa todo al borde de un ataque cardiaco.
Haciendo gala de lo especiales que son los americanos en ese sentido, vemos la elección de los vestidos al más puro estilo “Novias de Beverly Hills”. Cuando todo parece ir bien, Santana ve el vestido de Brittany, lo que hace que a esta última le cunda el pánico y le cueste a su prometida estar tranquilizándola durante todo el capítulo.
A Rachel, por su parte, le preocupa que la madre de Finn la vea con Sam, pero finalmente todo va bien y ellos la apoyan. Por cierto, para ser un capítulo tan importante, la presencia de Rachel es escasa.
El colmo de la locura es Tina, a quien se le mete en la cabeza pedirle a matrimonio a Mike. Este último, más realista, le dice que mejor dejar que las cosas vayan fluyendo. Al final Artie le termina prometiendo a nuestra asiática favorita que a si a los 30 no se han casado, se casaran el uno con el otro.
¿Novios?
Santana se opone a que Sue vaya a su boda pero finalmente consigue ir tras convencer a la abuela de Santana de que asista. Por cierto, el mejor traje el traje-chandal de Sue.
Kurt deja a su novio y va a la boda con Blaine, sin saber que finalmente serán ellos los que terminen casándose. Y todo esto gracias a las otras novias, que los animan a ello. Así que la boda se convierte en una boda doble.
La fiesta ha estado llena de grandes canciones, y un hurra por las madres ¡que están supremas! Hemos escuchado grandes éxito como “At Last” de Etta James, “Hey Ya!” de Outkast, “I’m So Excited” de The pointer Sister y “Our day will come” de Amy Winehouse.
Me ha gustado, sí señor. ¡Qué vivan los novi@s!
